Las últimas semanas han sido muy emocionantes para un tipo de especulador de divisas relativamente nuevo. En sólo tres semanas, el valor total de una única moneda digital llamada Bitcoin ha aumentado cuatro veces, a más de 40 millones de dólares.
Bitcoin no está respaldada por un gobierno, sino por un esquema criptográfico inteligente.
Por ahora, se pueden comprar pocas cosas con bitcoins, y la nueva moneda tiene todavía un largo camino que recorrer antes de competir con el dólar. No obstante, la siguiente explicación describe qué es Bitcoin, por qué es importante, y qué tiene que suceder para que tenga éxito.
¿De dónde viene Bitcoin?
En 2008, un programador conocido como Satoshi Nakamoto—se cree su nombre es un alias—publicó un documento delineando el diseño de Bitcoin en una lista de correo electrónico de criptografía. Más tarde, a principios de 2009, él (o ella) lanzó un software que se puede utilizar para intercambiar bitcoins dentro del esquema diseñado. Ese software es hoy día mantenido por una comunidad de voluntarios de código abierto coordinada por cuatro desarrolladores centrales.
"Satoshi es, de algún modo, una figura misteriosa", señala Jeff Garzik, miembro de ese equipo central y operador de Bitcoin Watch, que hace un seguimiento de la economía de Bitcoin. "Yo y los otros desarrolladores principales de vez en cuando hemos mantenido correspondencia con él por correo electrónico, aunque nunca sabemos si responderá o no", señala Garzik. "Con él sólo se puede interactuar así o a través del foro".
¿Cómo funciona Bitcoin?
Nakamoto quería que la gente tuviera la posibilidad de intercambiar dinero por vía electrónica de forma segura sin necesidad de un tercero, como un banco o una compañía como PayPal. Por tanto, basó Bitcoin en técnicas criptográficas que nos permiten asegurarnos de que el dinero que recibimos es verdadero, incluso si no confiamos en el remitente.
Los puntos básicos.
Una vez que descargamos y ejecutamos el software de cliente Bitcoin, éste se conecta a través de Internet a la red descentralizada de todos los usuarios de Bitcoin y también genera un par de claves únicas y vinculadas matemáticamente, que son necesarias para intercambiar bitcoins con cualquier otro cliente. Una de las claves es privada y se mantiene oculta en su ordenador. La otra es pública y una versión de la misma, conocida como dirección Bitcoin, se da a otras personas para que puedan enviarle bitcoins. Fundamentalmente, es prácticamente imposible—incluso con el más potente superordenador—averiguar la clave privada de alguien a partir de su clave pública. Esto evita que alguien pudiera hacerse pasar por usted. Sus claves públicas y privadas se almacenan en un archivo que puede ser transferido a otro ordenador, por ejemplo si usted lo actualiza.
Una dirección Bitcoin tiene un aspecto parecido a este: 15VjRaDX9zpbA8LVnbrCAFzrVzN7ixHNsC. Las tiendas que aceptan bitcoins—por ejemplo esta, dedicada a la venta de calcetines de alpaca—le proporcionan su dirección para que usted pueda pagar por los bienes.
Transferencia de bitcoins
Al realizar una transacción, el software de Bitcoin realiza una operación matemática para combinar la clave pública de la otra parte y su propia clave privada con la cantidad de bitcoins que desea transferir. Después, el resultado de esa operación es enviado a través de la red distribuida de Bitcoin para que la transacción pueda ser verificada por los clientes de software de Bitcoin que no participan en la transferencia.
Esos clientes hacen dos controles de una transacción. Uno verifica la relación matemática entre las claves públicas y privadas para confirmar que el verdadero dueño del par envió el dinero; y el segundo utiliza un registro de transacciones públicas almacenadas en el ordenador de cada usuario de Bitcoin para confirmar que la persona tiene bitcoins que pueda gastar.
Cuando un cliente verifica una transacción, reenvía la información a otros en la red para que la comprueben por ellos mismos. De esta manera, la transacción llega y es verificada rápidamente por todos los clientes de Bitcoin que estén conectados. Algunos de esos clientes—"extractores"—también intentan agregar la nueva transferencia al registro de transacciones públicas, compitiendo por resolver rápidamente un rompecabezas criptográfico. Una vez que uno de ellos gana, el registro actualizado es pasado a través de la red de Bitcoin. Cuando nuestro software recibe el registro actualizado, sabe que nuestro pago se ha realizado correctamente.
Seguridad
La naturaleza matemática de la operación asegura que es computacionalmente fácil verificar una transacción, pero prácticamente imposible generar transacciones falsas y gastar bitcoins que usted no posee. La existencia de un registro público de todas las transacciones también proporciona un medio eficaz de evitar el lavado de dinero, afirma Garzik. "Lo que tenemos es un registro mundial de transacciones públicas", señala. "Se puede rastrear la historia de cada Bitcoin a través de ese registro, desde su creación hasta todas las transacciones".
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