El Señor es mi pastor, nada me falta. O bien: R/. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Como agradar a Dios
No dejen de amarse unos a otros como hermanos. No se olviden de se amables con los que lleguen a su casa, pues de esa manera, sin saberlo, algunos hospedaron ángeles.
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