jueves, 20 de noviembre de 2014

Predicar y amar a Dios

Extracto de la biblia.
Eclesiales 11, 12

Y mientras más sabio llego a ser el predicador, más conocimientos impartieron a la gente. También se dio a la tarea de estudiar gran número de proverbios, y de clasificarlos ordenadamente. Hizo todo lo posible por encontrar las palabras más adecuadas para escribir convenientemente dichos verdaderos.
Los dichos de los sabios son como aguijones, y una vez reunidos en colecciones son como estacas bien clavadas, puestas por un solo pastor. Lo que uno saca de ellos son grandes advertencias. El hacer muchos libros no tiene fin, y el mucho estudio en casa.
El discurso ha terminado. Ya todo ha sido dicho. Honra a Dios y cumple sus mandamientos, porque eso es el todo del hombre. Dios habrá de pedirnos cuentas de todos nuestros actos, sean buenos o malos, y aunque los hayamos hecho en secreto.

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