jueves, 27 de agosto de 2015

Dios no habla sobre los préstamos como fuente de enemistades.



El hombre compasivo presta a su prójimo; dar ayuda s cumplir los mandamientos. Presta a tu prójimo cuando este en necesidad, y por tu parte, devuelve a tiempo lo que te haya prestado. Cumple tu palabra y se fiel a los demás, y siempre que lo necesitas encontraras ayuda. Muchos se creen dueños del dinero que les han prestado y causan molestia a quienes le ayudaron. Antes de recibir el dinero, le besan al prójimo la mano y le hablan con humildad de sus riquezas; pero cuando deben devolver le dan largas al asunto, dicen que los sienten mucho y le echan la culpa al tiempo. Si el que presto insiste, logrará que le paguen la mitad, y harán de cuenta que tiene mucha suerte. Si no que de su dinero pro perdido, y se habrá ganado el enemigo gratuito. Le pagara con injurias e insultos y con ofensas en vez de respeto. Muchos se niegan a prestar no por maldad, sino porque no quieren perder sin más sus bienes.

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