Antes de hacer cualquier cosa, hay que discutirla; antes de
toda acción, hay que reflexionar. La raíz de las decisiones es la voluntad. De
ella se derivan cuatro ramas; bien y el mal, vida y muerte, y todo está bajo el
dominio de la lengua. Hay algunos que son sabios para los demás, y para sí
mismos son insensatos; y hay sabios despreciados por su modo de hablar, a
quienes nadie invita a un buen banquete. Hay algunos que son sabios para sí
mismos; su ciencia solo a ellos aprovecha y hay otros que son sabios para el
pueblo, y su ciencia la aprovechan los demás. El que es sabio para sí mismo, vivirá
contento, todo lo que ve, lo felicita. El que es sabio para el pueblo, tendrá
honores; su fama durará para siempre. El hombre tiene una vida muy corta, pero el
mundo tiene vida sin términos.
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