Oigan bien esto, pueblos y habitantes de todo el mundo, lo mismo los ricos que los pobres, lo mismo los poderosos que los humildes.
Voy a hablar con sabiduría y expresare pensamientos profundos, pondré atención a los refranes y diré mi secreto al son del arpa. ¡Porque voy a tener miedo, cuando vengan los días malos, cuando me encuentre rodeado de la maldad de mis enemigos?. Ellos confían en sus riquezas y se jactan de su muchos bienes. , pero nadie ´puede salvarse a si mismo, ni pagarle a Dios para que le salve la vida. NO hay dinero que pueda compra la vida de un hombre, para que viva siempre y se libre de la muerte. Pues se ve que todos mueren por igual, lo mismo los sabios que los tontos, y se quedan para otros sus riquezas. Aunque dieron su nombre a sus tierra, el sepulcro, serán su hogar eterno. ¡allí se quedaran para siempre!
Es palabra de Dios.
Difunde la palabra de Dios.
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