Cuando Dios haga el balance de los pecados de los malos, estos se presentaran llenos de miedo, y sus
malas acciones aparecerán allí para acusarlos. En aquel día el bueno, estará de
pie, sin miedo, frente a los que lo hicieron sufrir y despreciaron sus trabajos.
Al verlo, se estremecerán de espanto y sorpresa, ya que no esperaban que se hubiera
salvado. Dirán entre sus, arrepentidos, gimiendo llenos de dolor; Este es aquel
de quien en otro tiempo nos reímos, aquel a quien convertimos en blanco de
nuestras burlas. ¡Que tontos fuimos! Pensamos que su vida era una locura y su
muerte deshonra.
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