domingo, 3 de septiembre de 2023

¿Qué anuncia el cumplimiento de las profecías?

 

¿Qué anuncia el cumplimiento de las profecías?

Todos sabemos que la ocurrencia de estos desastres no fue accidental, ni fue un fenómeno natural, sino que el cumplimiento de las profecías del regreso del Señor, “Puesto que se armará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en varias partes, y hambres. Y esto no será sino el principio de los dolores” (Marcos 13:8). “Porque será tan terrible la tribulación entonces, como no la hubo semejante desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás” (Mateo 24:21). El cumplimiento dichas profecías muestra que los últimos días han llegado, y el Señor Jesús ya ha regresado. Como dicen las palabras de Dios: “Los últimos días han llegado, y en los países alrededor del mundo reina la confusión. Hay desorden político, por todos lados están apareciendo hambrunas, pestilencias, inundaciones y sequías. Hay una catástrofe en el mundo del hombre; los cielos han hecho bajar el desastre. Estas son las señales de los últimos días” (La Palabra manifestada en carne, Vol. I, Práctica (2)). “Cuando se habla de los últimos días, esto se refiere a una era independiente; una en la que Jesús dijo que sin duda deberéis afrontar desastres y terremotos, hambrunas y plagas, lo que señalará que es una nueva era, y no la antigua Era de la Gracia” (La Palabra manifestada en carne, Vol. I, La visión de la obra de Dios (3)). De esto, podemos ver que la caída de desastres es una señal de los últimos días, el Señor Jesús ya está de vuelta, concluyó la Era de la Gracia y abriendo una nueva. Pero la humanidad está tan profundamente corrompida, y nadie busca activamente a Dios, ni Su aparición y obra, incluso si escucha la noticia del regreso del Señor. Por eso, Dios permite que vengan toda clase de calamidades para advertirnos, despertar nuestros corazones entumecidos, y dejarnos ver claramente que las profecías del regreso del Señor se han hecho en realidad, y que el Señor ya ha vuelto, obligándonos a buscar rápidamente Su aparición, y de esta manera, haciendo que tengamos una oportunidad de recibir Su salvación, ser protegidos y sobrevivir a los desastres.

¿Cómo recibir al Señor?

Ya que el Señor ha regresado, ¿cómo podemos darle la bienvenida? De hecho, el Señor Jesús ya nos explicó. Él dijo: “He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo” (Apocalipsis 3:19). “Mas llegada la medianoche, se oyó una voz que gritaba: Mirad que viene el esposo, salidle al encuentro” (Mateo 25:6). “Mis ovejas oyen la voz mía; y yo las conozco, y ellas me siguen” (Juan 10:27). Cuando el Señor regrese en los últimos días, aún expresará palabras y tocará las puertas de las personas y buscará a Sus ovejas con ellas. Las ovejas de Dios, es decir, las vírgenes prudentes, cuando escuchan que testifican que el Señor ha retornado, se ponen a buscar e investigar activamente, descubren la verdad a partir de las palabras del Señor retornado. En resumen, aceptar y obedecer al reconocer la voz de Dios es la manera de acoger al Señor y asistir al banquete con Él. Así como las palabras de Dios dicen: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están Sus hechos. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, y donde aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que hayan encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; todavía menos puede Dios aparecer a instancias del hombre. Dios toma Sus propias decisiones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. Sea cual sea la obra que Él haga, no es necesario que la consulte con el hombre o busque su consejo, ni mucho menos que notifique de Su obra a cada persona. Este es el carácter de Dios, que debería además ser reconocido por todo el mundo. Si deseáis presenciar la aparición de Dios, seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero apartaros de vuestras propias nociones. No debes exigir que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis exigiros cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo debéis someteros a Su nueva obra; esto es lo que el hombre debe hacer. Ya que el hombre no es la verdad y no está dotado de la verdad, debe buscar, aceptar y obedecer” (La Palabra manifestada en carne, Vol. I, La aparición de Dios ha dado lugar a una nueva era). Dios es la verdad, el camino y la vida. Si queremos seguir de cerca los pasos de Dios y ver Su aparición, lo más importante es escuchar Su voz y buscar Sus declaraciones. Si podemos reconocer la voz de Dios, entonces podemos contemplar Su aparición y acoger al Señor. Por lo tanto, ahora, cuando escuchamos a alguien dar testimonio de que el Señor ha regresado para expresar palabras y dar un nuevo paso en la obra, no debemos rechazar ciegamente, sino que hemos de tomar la iniciativa en la búsqueda e investigación para ver si esta es la voz de Dios. Si lo es, no debemos vacilarnos en aceptarlo y obedecerlo, y sólo así podremos acoger al Señor y tener la oportunidad de ser cuidados y protegidos por Dios.

Ahora, en todo el mundo, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso está dando testimonio públicamente del regreso del Señor Jesús, Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso ha expresado muchas verdades basándose en la obra de redención del Señor Jesús, ha llevado a cabo la obra de juicio comenzando por la casa de Dios, para purificar completamente a las personas, salvarlas del pecado y que escapen de la influencia de Satanás, sean protegidas por Él en tiempos de desastre, y luego sean llevadas a Su reino. Este es el cumplimiento de las profecías del Señor Jesús: “Aún tengo otras muchas cosas que deciros; mas por ahora no podéis comprenderlas. Cuando venga el Espíritu de verdad, él os enseñará todas las verdades necesarias para la salvación” (Juan 16:12-13). “Santifícalos en la verdad. La palabra tuya es la verdad misma” (Juan 17:17). “Que si alguno oye mis palabras, y no las observa, yo no le doy la sentencia, pues no he venido ahora a juzgar al mundo, sino a salvarlo. Quien me menosprecia, y no recibe mis palabras, ya tiene juez que le juzgue; la palabra que yo he predicado, ésa será la que le juzgue el último día” (Juan 12:47-48).

Han pasado más de 30 años desde que Dios Todopoderoso apareció y empezó a realizar la obra. Dios Todopoderoso ha pronunciado millones de palabras, que no solo revelan los misterios de la Biblia, sino que también los de la gestión y obra de Dios durante seis mil años. Verbigracia: el misterio de la encarnación, cómo Satanás corrompe al hombre, cómo el juicio de Dios en los últimos días purifica y salva al hombre, cómo clasifica Dios al hombre según su especie para recompensar el bien y castigar el mal, cómo la humanidad entra en un hermoso destino, y así sucesivamente. Dios Todopoderoso también ha revelado la verdadera naturaleza de la resistencia del hombre a Dios y la verdad de su corrupción, y ha señalado el camino para que el hombre escape del pecado, se purifique y se salve. Dios Todopoderoso ya ha perfeccionado un grupo de vencedores antes del desastre, y los testimonios de los cuales se han convertido en varios vídeos y películas y se han subido a Internet. Estos testimonios son la cristalización de la obra del juicio de Dios en los últimos días, y la gente está convencida totalmente. La aparición y la obra de Dios Todopoderoso puso fin a la Era de la Gracia, abrió la Era del Reino, sacudió a todo el mundo religioso incluso al mundo entero. Cada vez más personas aceptan, testifican y predican la aparición y la obra de Dios Todopoderoso, el evangelio del reino de Dios Todopoderoso se ha extendido a todos los países del mundo. Estos hechos son suficientes para probar que Dios Todopoderoso es la segunda venida del Señor Jesús. Ahora, la obra de juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días está por terminar, el gran desastre ha comenzado a descender, y será aún mayor en el futuro. Aquellos que aceptan la obra de los últimos días de Dios y tienen sus caracteres corruptos purificados serán protegidos y sobrevivirán a la catástrofe, y al final serán llevados al hermoso destino de la humanidad, -el reino de los cielos-; en su lugar, aquellos inicuos que se niegan a aceptar la obra de Dios en los últimos días y se resisten y condenar a Dios, todos serán castigados y destruidos en los desastres, y de esta manera, la obra de gestión de Dios llegará a su fin.

La amonestación de Dios al hombre

Para terminar, escuchemos juntos la amonestación de Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, a la humanidad, para entender Su urgente voluntad de salvar a la humanidad. Dios Todopoderoso dice: “En el vasto mundo, océanos que se desbordan en los campos, campos que se desbordan en los océanos, una y otra vez. Excepto por Él, que gobierna sobre todo entre todas las cosas, nadie es capaz de guiar y dirigir a esta raza humana. No hay poderoso que trabaje o haga los preparativos para esta raza humana, y, mucho menos, hay alguien que pueda llevar a esta raza humana al destino de la luz y liberarla de las injusticias terrenales. Dios lamenta el futuro de la humanidad, llora la caída de la humanidad y le duele que la humanidad se esté dirigiendo, paso a paso, hacia la decadencia y el camino sin regreso. ¿Nadie ha pensado nunca en la dirección en que dicha humanidad que ha roto el corazón de Dios y ha renunciado a Él para ir en busca del maligno podría ir? Es precisamente por esta razón que nadie siente la ira de Dios, que nadie busca una forma de complacerlo ni trata de acercarse a Él y, lo que es más, es la razón por la que nadie busca comprender el sufrimiento y el dolor de Dios. Incluso después de escuchar la voz de Dios, el hombre continúa en su propia senda, sigue apartándose de Dios, sigue evadiendo la gracia y el cuidado de Dios, y rehuyendo a Su verdad, y prefiere venderse a sí mismo a Satanás, el enemigo de Dios. Y ¿quién ha pensado —si el hombre persiste en su obstinación— en cómo Dios actuará hacia esta humanidad que lo ha rechazado sin mirar atrás? Nadie sabe que la razón de los repetidos recordatorios y exhortaciones de Dios se debe a que Él ha preparado en sus manos una calamidad como jamás se ha visto, una calamidad que será insoportable para la carne y el alma del hombre. Esta calamidad no es solamente un castigo de la carne, sino también, del alma. Necesitas saber esto: cuando el plan de Dios fracase y cuando Sus recordatorios y exhortaciones no sean retribuidos, ¿qué clase de ira desatará? No se parecerá en nada a lo que algún ser creado haya experimentado o escuchado. Así pues, Yo digo que esta calamidad no tiene precedentes y jamás se repetirá, pues el plan de Dios es crear a la humanidad una sola vez y salvarla una sola vez. Es la primera vez y, también, la última. Por tanto, nadie puede comprender las meticulosas intenciones y la ferviente expectativa con las que Dios salva a la humanidad esta vez” (La Palabra manifestada en carne, Vol. I, Dios es la fuente de la vida del hombre).

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