Para no trabajar el perezoso pretexta
que en la calle hay un león al acecho. Las puertas gira en su bisagra y la
perezoso gira en la cama. El perezoso mete la mano en el palto, pero luego es
incapaz de llevársela a la boca. El perezoso se cree más sabio que siete
personas que saben responder. Meterse en un pleito ajeno es agarrar un perro
por las orejas. Como un loco que lanza mortales flechas de fuego, así es quien
engancha a su amigo y luego dice que todo era un juego.
Sin leña se apaga el fuego y sin chisme
se acaba el pleito.
Para hacer brasas. El carbón;
para hacer fuego la leña; y para entablar pleitos el pendenciero.
Es palabra de Dios, que alabamos señor.
Difunde la palabra de Dios
No hay comentarios:
Publicar un comentario