lunes, 24 de agosto de 2015

Dios nos habla Hoy, de los beneficios de la sabiduría



Dichoso el que se ocupa en la sabiduría y se interesa por tener inteligencia, que pone atención al camino que ella que sigue y se fija en sus senderos; así puede salir a buscarla y mirar donde se encuentra. Mira por las ventanas de la casa de ella y se escucha a su puerta. Acampa junto a su casa, asegurando la tienda en sus paredes. Pone su habitación junto a ella para vivir feliz en su vencida. Pone su nido en sus ramas y pasa la noche entre sus hojas. A la sombra de ella se protege del calor, y vive por ella resguardado. Así hace el que reverencia al señor, cumpliendo la ley encuentra la sabiduría. Ella le sale al encuentro como una madre; lo recibe como la esposa de su juventud. Lo alimenta con el pan de la inteligencia, y le da a beber el agua del entendimiento. El ser apoyara en ella para no caer; confiado en ella, no fracasará. Ella lo levantará sobre sus compañeros, para que lleve la palabra en la asamblea. Lo llenara de gozo y alegría y le dará fama inmortal.  Los hombre falsos no pueden alcanzarla, ni los orgullosos pueden verla. Ella está lejos de los insolentes; los mentirosos no tienen noción de ella. Los malos no son dignos de alabarla, pues Dios no le ha dado la sabiduría. Es el sabio quien alaba; el que la tiene podrá enseñarla. No digas es Dios quien me hace pecar.

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