El que se hace rico injustamente es como la perdiz que
empolla huevos ajenos. En pleno vigor tendrá que abandonar su riqueza, y al fin
solo era un tonto más. Nuestro templo es un trono glorioso, puesto en el alto
del principio. Señor, tú eres la esperanza de Israel. Todo el que te abandona
quedará avergonzado. Todo el que se aleja de ti, desaparecerá como un nombre
escrito en el polvo, por abandonarte a ti, manantial de frescas aguas.
Es palabra de Dios, que alabamos señor.
Difunde esta palabra, en tus redes sociales, entre tus seres
cercanos.
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