jueves, 17 de enero de 2019

Nos escucha Dios cuando le pedimos y salmo 85

Nos escucha Dios cuando le pedimos paz mental, perdón, sabiduría o fortaleza? ... 

SOBRE NOSOTROS 

... Le podemos pedir cualquier cosa que esté en armonía con las normas divinas que enseña la Biblia. 

“ No importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye ”

Afirman las Escrituras (1 Juan 5:14).

Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Dios desea que dirijamos nuestras oraciones a él por medio de Jesús. De hecho, ese es el único medio que aprueba para orarle. Jesús declaró: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Él mismo también les dijo a sus apóstoles fieles: “Si le piden alguna cosa al Padre, él se la dará en mi nombre” (Juan 16:23).

Salmo 85


1Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
2protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.

3Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
4alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

5porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
6Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

7En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
8No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

9Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
10«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios».

11Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.

12Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
13por tu gran piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

14Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

15Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
16mirame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
17dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

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