Ay de ustedes, que comprar casa y más casas, que consiguen
campos y más campos, hasta no dejar lugar a nadie más, y se instalan como si
fueran los únicos del país. El señor todo poderoso me ha jurado: “Muchas casa
serán destruidas; y por grandes y hermosas que sean, nadie las habitará. Tres hectáreas
plantadas de uvas no rendirán más que un barrilito de vino. Diez costales de
semilla sólo rendirán uno de trigo.
Ay de ustedes que madrugan para emborracharse. Y al color
del vino se quedan hasta la noche. Todo es música de arpas, salterios, tambores
y flautas, y mucho vino en sus banquetes; pero no se fijan en los que hace el
señor, no toman en cuenta sus obras. Por eso por no querer entender a mi pueblo
irán al destierro. Todo el pueblo con sus jefes, morirán de hambre y sed.
Es palabra de Dios
Que alabamos señor
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