Todos los seres humanos nacimos en la creencia de Dios, a medida que crecemos, muchos decimos que nos volvimos ateos. Pero en esencia siempre tenemos presente a Dios en nuestra soledad, nos quitamos la careta y le pedimos. Dios es el norte de nuestras vidas, de el nace nuestra espiritualidad, el guia nuestos sentimientos, el hace que tengamos nuestro libre albedrio. Por eso siempre tenemos el amor a Dios en todfo momento.
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