Te agradezco señor por todo lo que he recibido hasta el día de hoy.
Bendeciré al Señor a todas horas mis labios siempre lo alabaran. Yo me siento orgulloso del señor; óiganlo y alégrese, hombres humildes. Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor.
Recurrí al señor, y el me contesto, y mi libro de todos mis temores. Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás de verán defraudados. este pobre grito, y el señor oyó, y lo libro de todas sus angustias. El ángel del señor protege y salva a los que honran al señor. Prueben y vean que el señor. Prueben y vena que el Señor es bueno. Feliz el hombre que confía. Honren al Señor, los consagrados a el. <pues nada faltara a los que le honran.
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