Aquí estamos, acudimos a ti,
porque tú eres el señor nuestro Dios. De nada nos sirve ir a las colinas o
gritar sobre los montes; sólo en el señor nuestro Dios, encuentra el mundo su salvación.
La vergonzosa idolatría nos ha hecho perder lo que nuestros padres consiguieron
desde que éramos niños: ovejas y ganado, hijos e hijas. Humillémonos, pues
avergonzados, pues avergonzados, cubiertos de deshonra, pues desde niños y
hasta ahora, nosotros y nuestros antepasados hemos pecado contra el Señor
nuestro Dios y no le hemos obedecido.
Es palabra de Dios
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