sábado, 25 de julio de 2015

Oh DIOS imploro por ti, para que actúes sobre los que actúan sobre mí.


Lloran mis ojos sin descanso, pues no habrá alivio hasta que el señor del cielo nos mire desde lo alto. Me duelen los ojos hasta el alma, por lo ocurrido a las hijas de mi ciudad. Sin tener ningún motivo mis enemigos me han casado como ave; me enterraron vivo en un pozo, y con una piedra taparon la salida. El agua me ha cubierto por completo, y he pensado "estoy perdido." Yo señor invoco tu nombre  desde lo más profundo del pozo; tu escucha mi voz y no dejas de atender a mis ruegos. El día que te llamo vienes a mí, y me dices: "No tengas Miedo". Tú me defiendes, Señor en mi lucha, tú rescatas mi vida. Tú ves, Señor, las injusticias que sufro. ¡Hazme Justicia! Tú ves los deseos de venganza y todos los planes que hacen contra mí. Escucha señor sus ofensas y todos los planes que hacen en contra de mí. Las habladurías de mis enemigos, que a todas horas hablan en contra mía. Mira como en todas sus acciones soy objeto de sus burlas.  Dales señor su merecido, dales lo que sus hechos merecen. Enduréceles el entendimiento y pon sobre ello tu maldición. Persíguelos  con furia. ¡Haz que desaparezcan de este mundo!

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